Descripción
Piezas de fruta que se han troceado y cocinado en almíbar para conservar su humedad y poder almacenarlas. Y es que el azúcar crea una capa a su alrededor protegiendo al vegetal del ataque de los microbios que, en condiciones habituales, provocarían su descomposición.
Dependiendo del tamaño de la pieza y de la composición de la propia fruta, el proceso de confitado se realizará metiendo a las frutas en almíbar caliente durante varias horas o se prolongará durante varios días.
El glaseado se trata de una capa de azúcar uniforme que cubre toda la pieza como si se tratara de un barniz.
Las variedades de frutas que suelen confitarse con más frecuencia son: las cerezas, los dátiles, las piñas, los higos, los melocotones, las manzanas, los cítricos y las peras.
Aunque tradicionalmente la fruta confitada se utiliza en repostería, también son muy empleadas en la realización de salsas, rellenos de carne o incluso como snack o tentempié.
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