APARATO CIRCULATORIO: se agranda y fortalece el músculo cardíaco, por lo que disminuye la frecuencia del latido, porque la cantidad de sangre bombeada y su intensidad, es mayor. Mejoran y aumentan las células sanguíneas.

APARATO RESPIRATORIO: aumenta el volumen de los pulmones y por eso la cantidad de oxígeno captado para distribuir a las distintas células. A su vez, acelera la expulsión de CO2.

APARATO LOCOMOTOR: beneficia a músculos, huesos y articulaciones, aumentando la masa muscular y favoreciendo el riego sanguíneo en esos tejidos. Las articulaciones se vuelven más flexibles, evitando lesiones ocasionadas por la rigidez. Y contribuye a una buena calcificación de los huesos, ayudando a evitar problemas relacionados a la osteoporosis.

SISTEMA NERVIOSO: favorece la autoestima, e incide en la relajación y el descanso.

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